jueves, 15 de mayo de 2008

UN SIGLO DE LITERATURA CHOAPINA. (Primera parte)



PATRICIO NAZER es un conocido y destacado poeta y escritor de Illapel, que ha mantenido una intensa y extensa actividad literaria en la Provincia del Choapa, trascendiendo su obra y su pensamiento las fronteras de nuestra región.
A continuación publicamos un Artículo muy interesante, que busca investigar y dar a conocer algunos aspectos y personajes importantes en la historia literaria de la zona. Por su extensión lo iremos publicando por partes.


Se ha sostenido con asiduidad y desde antiguo que Santiago es Chile. Seguramente lo es en muchos aspectos, qué duda cabe. Sin embargo en materia de las grandes cumbres artísticas nacionales, es la provincia quien se impone sin contrapeso: los laureados Gabriela Mistral y Pablo Neruda, y tanto el que fuera considerado uno de los pianistas más grande del siglo XX, Claudio Arrau, como el pintor salamanquino Isaías Cabezón, no nacieron en la capital sino en sacrificadas ciudades provincianas, circunstancia que no deja de ser interesante y decidor.
Por otra parte, la literatura chilena se ha parcelado según diversos criterios: Período de la Conquista (escritores, todos ellos españoles, describen y comentan la belleza del territorio y sus posibilidades latentes); Período de la Colonia (se inicia a mediados del siglo XVI y se prolonga hasta rebasar los límites de la centuria XVIll); Período Siglo XIX (después de algunos años de transición, uno de sus acontecimientos principales lo representa el denominado Movimiento Literario de 1842, de inspiración romántica y polémica); y Período Siglo XX (con la presencia del modernismo y realismo; el costumbrismo criollista se convierte en norma casi habitual; algunas generaciones se manifiestan, se hacen presentes: la de 1920, la de 1939, la más problemática del año 1950… y agregaríamos la que se inicia durante la dictadura militar).
La literatura chilena contemporánea, en constante evolución, recoge y amplifica los ecos de muy diversas tendencias literarias extranjeras. Y para la historia: unas cartas dirigidas a un rey y unas octavas reales son los primeros jalones de una literatura inspirada por la presencia humana de los araucanos y por la grandeza virgen de unos paisajes. Una literatura que a la postre será reconocida por el mundo con dos Premio Nobel.


LITERATURA ILLAPELINA:
MÁS DE DOS CENTURIAS DE INSPIRACIÓN EN ILLAPEL el primer documento elaborado lo encontramos en el llamado tradicionalmente Libro Becerro, cuya característica estética son sus tapas recubiertas por una delgadísima piel curtida de ternero y que se halla en la Casa de la Cultura bajo custodia municipal. El nombre que se lee en su gruesa portada es Libro de Resepción, manuscrito en el castellano del siglo XVIII al igual que sus páginas correspondientes a las actas del Cabildo de la villa San Rafael de Rozas que comenzaron a escribirse hace exactamente 220 años, durante 1787 y 1792, plena época colonial de los gobernadores del Reino de Chile Ambrosio de Benavides, Tomás Álvarez de Acevedo Ordaz y Ambrosio O’Higgins. Con anterioridad, en la ciudad sólo se habían verificado los documentos bautismales escritos por religiosos españoles.
De forma anexa el Libro del Becerro, mantiene en Illapel una traducción al español realizada por iniciativa del abogado Gastón Fernández Montero, no obstante extraña que
hasta el presente la autoridad edilicia no se haya preocupado de publicarla para fines de consonancia masiva, además de comenzar a digitalizarle conjuntamente con otros documentos históricos trascendentes, única forma de pretender colocar al
alcance de todas las personas, no sólo de los expertos, una visión científica y real de la historia de la ciudad, basada en documento escritos y suficientemente contrastados como verídicos. Esta divulgación de la historia es fundamental para que los illapelinos sepan las claves de su pasado, esenciales para poder construir el futuro de manera más ilustrada, y evitar que los estudiantes y el pueblo en general continúen ignorantes de fechas emblemáticas, como es el caso de la fundación de la ciudad, la cual el alcalde Luis Lemus porfiadamente y dando la espalda a la historia, continúa conmemorando el 12 de noviembre, cuando está acreditado que fue el día 10 de ese mismo mes.
En la actualidad el Libro Becerro se mantiene anidado al interior de una frágil vitrina colgante de madera, en la zona de menor seguridad del edificio que guarnece la Casa de la Cultura de Illapel, en un ambiente inestable e inadecuado para su conservación y a merced de quienes quieran dañarle, todo lo cual permite avizorar un futuro incierto a esta obra única e invaluable.

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